La bodega, con más de tres siglos de antigüedad, mantiene intacto su espíritu tradicional. La historia moderna de Bodegas Rubicón comienza en 1979 cuando D. Germán López Figueras, gran amante del vino, compra el Cortijo de La Geria, por aquel entonces perteneciente a la familia Fajardo. El nuevo propietario adquiere la bodega, para dedicarse a su gran pasión: la elaboración de vinos.
Durante décadas se ha dedicado a la elaboración artesanal usando las instalaciones de la antigua instalación: las prensas tradicionales de madera, el lagar de piedra y los tanques de cemento para el almacenamiento del vino. Hoy cuenta con modernas instalaciones y sus vinos son de gran calidad, como demuestran los premios conseguidos en los últimos años.